No pienso que la tecnología nos ofrezca infinitos espacios de expresión, ni que la democratización total de estos medios constituyan un factor liberador de los deseos y necesidades que los seres humanos nos vamos fijando a través de nuestras vivencias. Es más, ese potencial sigue tan reprimido como antes y quizá hoy más que nunca. No importa cuanto se teorice sobre ello, las batallas que nos llevarán a nuestra emancipación siguen y seguirán desarrollándose en las calles, los campos, las paredes, los barrios... En la vida real y concreta, en donde la carne y el cerebro actúan como uno sólo. Los medios que ofrece internet (altamente vigilados por el Estado y la policía) son sólo parte de esta vida real.
Pensé en algún momento que sería útil un medio que hablara de actualidad desde una perspectiva antagonista y crítica. Tal idea me ha confirmado que es imposible para un individuo competir con los medios y agencias establecidas, que nos guste o no, trabajan desde y para el poder, al ritmo que impone el poder y a sueldo del poder, lo que les permite estar dedicados 100% a las informaciones que estimen relevantes.
Entre tanta cacofonía que nos habla de que "todo va bien", creo ahora que no es mala idea abrir un blog que llame a la reflexión y la ironía, actitudes necesarias que son propias de todo movimiento que se proponga abolir las actuales condiciones de explotación y dominio. Mi herramienta de escritura serán a partir de ahora el fotoperiodismo y el llamado "periodismo narrativo".
En este plano, los fotoperiodistas somos testigos de hechos, procesos que pueden marcar el rumbo de la historia o pequeños hechos que mueren con el paso arrollador del tiempo. No estamos ajenos a las contradicciones de este mundo, somos parte de ellas.
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